Aquí encontrará preguntas frecuentes con respuestas sobre elCO2 de cubemos.
Sí, en forma del denominado enfoque basado en el gasto aproximado: se aplican factores de emisión medios por euro de gasto al volumen total de ventas o compras. Esto proporciona valores orientativos iniciales, especialmente cuando los datos son incompletos.
Importante: El valor informativo es limitado porque no se distingue entre grupos de productos CO₂ y grupos de productos CO₂. Nuestra recomendación: Introducir al menos una categorización aproximada de los grupos de productos para identificar los focos de emisión relevantes y derivar medidas específicas.
Actualmente no existe una metodología de cálculo normalizada, por ejemplo para las emisiones del parque de vehículos. No obstante, se espera que la mejora de las bases de datos, la normalización (GHG Protocol, ESRS) y el desarrollo tecnológico conduzcan al establecimiento de métodos más uniformes en los próximos años. Hasta entonces, se aplica lo siguiente: la transparencia metodológica es crucial, y cuanto más precisos sean los datos, mejor será el efecto de control.
En el caso de servicios informáticos como seminarios web u Office365, los datos de uso (por ejemplo, número de usuarios, volumen de datos, tiempo de ejecución) pueden registrarse y multiplicarse por factores de emisión adecuados. Existen factores para la transferencia de datos, el funcionamiento del servidor en la nube o las videoconferencias, por ejemplo. Office365 suele funcionar.suele funcionar dentro del Alcance 3, los servidores propios posiblemente dentro del Alcance 2 (consumo de energía).
Sí, esto forma parte de la práctica establecida en el Protocolo de GEI, especialmente en el Alcance 3. En realidad, no se dispone de datos primarios para todas las cadenas de suministro o actividades. En realidad, no se dispone de datos primarios para todas las cadenas de suministro o actividades. Por ello, muchas empresas combinan enfoques basados en el gasto y en la actividad para crear un inventario de emisiones lo más completo y sólido posible.
Los diferentes métodos de registro hacen que la huella de carbono corporativa (CCF) sólo sea comparable entre empresas hasta cierto punto, especialmente en el Alcance 3. No obstante, unos datos más detallados y basados en las actividades permiten una gestión interna mucho mejor, por ejemplo para los objetivos de reducción o en la comunicación con las partes interesadas.
La transparencia sobre el método utilizado es clave aquí.
No - según el CSRD y el ESRS E1, el inventario de gases de efecto invernadero debe ser completo e incluir todas las emisiones relevantes, incluido el Alcance 3. El doble análisis de materialidad no sirve para excluir categorías de antemano, sino que ayuda a centrarse en las fuentes de emisiones materiales y a controlar la profundidad de la recopilación de datos y la elaboración de informes.
Las categorías de alcance 3 con poca influencia también deben tenerse en cuenta, al menos de forma estimada (por ejemplo, utilizando el método basado en el gasto) para garantizar la exhaustividad, la transparencia y la comparabilidad. Sólo si se demuestra que una categoría es irrelevante puede excluirse justificadamente. Los ámbitos potencialmente CO₂, en particular, nunca deben omitirse sin una buena razón.
Si la propia empresa no es la parte contratante del suministro energético -por ejemplo, la electricidad o la calefacción se compran al propietario a través de la factura de servicios públicos-, estas emisiones se incluyen en el Alcance 3.8.
Sólo si la propia empresa celebra el contrato energético, el consumo de energía entra en el Alcance 2.
La Huella de Carbono Corporativa (HCC) refleja las emisiones de gases de efecto invernadero de toda la empresa, en todas sus actividades, ubicaciones y procesos. La Huella de Carbono de Producto (HCP), por otro lado, se centra en las emisiones de un producto individual a lo largo de todo su ciclo de vida.
Ambas perspectivas están interrelacionadas, pero se basan en distintos límites y cuestiones del sistema. El FCP puede reflejar partes del CCF (por ejemplo, el consumo de materiales, el transporte), pero el CCF también abarca las emisiones de toda la empresa que no están incluidas en ningún producto específico, por ejemplo, las procedentes de la administración, los viajes de negocios o la infraestructura informática. Por lo tanto, la suma de todos los FCP no da lugar automáticamente al CCF.
Por ejemplo, el CCF es obligatorio en el ESRS E1, mientras que el PCF no lo es. No obstante, lo ideal es disponer de una base de datos central (por ejemplo, datos sobre materiales, energía o logística) que pueda utilizarse tanto para el CCF como para el PCF.